Suele decirse que, si algo no está en Internet, no existe. Dado el avance del mundo digital en los últimos años, y en especial durante el pasado 2020 debido a la pandemia de Covid-19, esta afirmación no es que siga teniendo vigencia, sino que cada día es más relevante.
Esto se puede extrapolar a diferentes ámbitos de la vida y el mercado laboral no es menos. Cada vez se ven menos carteles de “se busca personal” cuando pasamos por la calle, ya que un elevado porcentaje de los anuncios de empleo están en Internet. La principal plataforma de contactos y empleos es LinkedIn, con millones de usuarios de diferentes países, donde no puedes faltar si estás buscando trabajo.
En este artículo vamos a hablar sobre el Titular de LinkedIn, de su importancia y la necesidad de mejorarlo para aumentar tu posicionamiento y visibilidad.
¿Qué es el Titular de LinkedIn? Es una descripción, con un máximo de 120 caracteres, que te define brevemente como profesional. Puede parecer que 120 caracteres no dan para mucho, pero si se emplean bien y se utilizan las palabras clave adecuadas, pueden hacer que tu perfil destaque entre el resto. El objetivo principal del titular es que cualquier persona que lo lea pueda hacerse una idea general de tu profesión y quiera seguir ampliando información sobre tu perfil. Debe ser claro y coherente respecto al perfil y nunca olvidar que aparece en múltiples sitios dentro de tu perfil de LinkedIn, así que debe ser perfecto y representante de la mejor manera posible.
La importancia del Titular radica en que es lo primero que se ve de tu perfil, justo debajo de tu foto, y ya sabemos que la primera impresión es la que cuenta. Aparece justo debajo de tu foto y tu nombre, en una posición privilegiada, si se sabe utilizar bien. Puede que luego tengas un currículum deslumbrante, pero si el Titular no capta la atención del reclutador o técnico de selección de personal que haya accedido a tu perfil, es probable que no siga leyendo. Por eso es vital que sepas redactarlo correctamente. Imagina que un reclutador está buscando un profesor online para impartir un curso de alemán en Valencia y tú cumples con esos requisitos, pero en tu Titular solo aparece “Profesor”. ¿Crees que seguiría leyendo? Es poco probable, ya que encontrará muchos perfiles parecidos. En cambio, si tu Titular es similar a “Profesor de Alemán con experiencia tanto presencial como en aula virtual, clases particulares y a grupos en Valencia” (116 caracteres), cuando ese reclutador haga la búsqueda, es muy probable que tu perfil salga entre los primeros puestos de los resultados.
Como ya hemos dicho, el Titular aparece en diferentes partes de tu perfil, por eso es tan importante. Además de junto debajo de tu foto y tu nombre, podemos encontrarlo en la parte izquierda de la página cuando inicias sesión, cada vez que envías un mensaje, cuando alguien realiza una búsqueda y tu perfil aparece entre los resultados, cuando envías una solicitud de contacto a alguien…Imagina si no está bien redactado o no refleja bien tu profesión, la de oportunidades de establecer relaciones o de encontrar empleo que te puedes estar perdiendo.
El titular, además de llamar la atención de otros usuarios y posibles empleadores, sirve para atraer tráfico SEO cuando se realiza una búsqueda en LinkedIn. Todas las secciones de tu perfil son importantes respecto al posicionamiento, por lo que debes incluir las palabras clave que mejor te representen en todos los campos, pero el Titular tiene más influencia en el posicionamiento que otras partes, así que es más importante aún.
Cuando te creas un perfil en LinkedIn, la plataforma coge por defecto el último puesto que has incluido en tu experiencia y lo utiliza como titular, donde normalmente también aparece la empresa en la que estás o estabas trabajando. Si lo consideras apropiado, puedes dejarlo tal cual, pero es recomendable que edites el Titular y lo personalices.
Vamos a ver algunos de los elementos de pueden aparecer en tu Titular. No es obligatorio incluirlos todos y siempre dependerá de tu perfil y sector.
- Título del puesto de trabajo: lo primero que tienes que tener claro es el objetivo que estás buscando (si quieres seguir en el mismo sector y puesto, si quieres cambiar radicalmente, si buscas algo dentro del mismo sector, pero con un cargo mejor…). El título define tu perfil profesional, así que has de elegir las palabras clave de manera precisa y minuciosa. Por ejemplo: “Jefe de Equipo Comercial en XX” define tu puesto y tu experiencia en una empresa concreta, mientras que “Experto en Comunicación Digital” explica tu puesto, pero no habla de tu experiencia, con lo que puede ser más adecuado si trabajas de manera freelance o si quieres promocionar en el sector sin haber ostentado un cargo previo de responsabilidad.
- Especialización: cada vez es más frecuente que los profesionales estén centrados en determinados ámbitos de especialización dentro de tu profesión y que las empresas los demanden tal cual. Si eres experto en un ámbito concreto de tu sector, no dudes en incluirlo. Será más fácil que den contigo en los resultados y conseguirás un mejor posicionamiento. Por ejemplo: “Abogada especializada en Derecho de Familia y Delitos Medioambientales” o “Traductor de Inglés-Español experto en Videojuegos y Plataformas Digitales”. En ambos casos, además de describir correctamente tu puesto y especialidad, te quedan aún varios caracteres más para incluir otra información que consideres relevante, como puede ser la ubicación en el primer caso o que se trabaja como autónomo en el segundo. Quedaría tal que así: “Abogada especializada en Derecho de Familia y Delitos Medioambientales en A Coruña y provincia,” (94 caracteres). o “Traductor Autónomo de Inglés-Español experto en Videojuegos y Plataformas Digitales, con más de 6 años de experiencia” (117 caracteres)
- Formación: Si tu formación realmente puede suponer un elemento distintivo, inclúyela. Cada uno conoce su perfil y sabe cuáles son sus puntos fuertes en este sentido. Si tienes un Máster en Prevención de Riesgos Laborales, por ejemplo, y trabajas en Recursos Humanos, es una buena idea incluirlo, ya que puede aportar valor a tu puesto, como “Licenciada en Psicología y Máster en Prevención de Riesgos Laborales”. En este caso la formación ocupa todo el titular, sin hacer mención a la experiencia, con lo que puede ser un buen ejemplo para recién titulados, personas que empiezan su andadura laboral o que quieren cambiar radicalmente de sector sin hacer mención a su experiencia previa, al menos en el titular.
- Experiencia: es importante dejar constancia de ello, siempre que tengas experiencia demostrable y relevante. Si tienes que redactar tu Titular en Linkedin y no tienes empleo actualmente o estás recién graduado, debes dejar claro que estás en búsqueda activa de empleo, pero no en el Titular, ya que es un espacio bastante limitado y a los técnicos de selección de personal no les va a aclarar a qué te dedicas, con lo que no podrán encontrarte si realizan una búsqueda por palabras clave. Eso sí, intenta evitar palabras como “desempleado” o “paro”, ya que pueden tener connotaciones negativas, y utiliza algo más positivo, como la expresión que hemos mencionado anteriormente, “en búsqueda activa de empleo”.
Si aún estás estudiando, también es buena idea que empieces a tener un perfil en LinkedIn, tanto si quieres encontrar un trabajo que compatibilizar con tus estudios como algunas prácticas relacionadas con tu formación. También puede resultarte de utilidad para ir estableciendo una red de contactos en el sector, poder aprender de otros perfiles similares al tuyo y ampliar tus conocimientos.
- Elementos que te diferencien del resto: ya lo hemos mencionado en más de una ocasión, pero merece la pena insistir en este tema. En un mundo en el que nos encontramos, con los pros y los contras de la globalización y de las infinitas posibilidades que se nos abren con el desarrollo de las nuevas tecnologías, diferenciarse del resto es cada vez más importante. Bien sea por tu formación, por tu experiencia o por ambas, no dejes pasar la oportunidad de incluir aquellas cosas que te puedan hacer destacar de entre tus competidores. Si hablas con fluidez un idioma o tienes experiencia en otros países, este es el momento de presumir de ello, por ejemplo: “Secretaria Ejecutiva Bilingüe de Francés” o “Experto en E-commerce con experiencia en el mercado de Europa, EE UU y Latam, bilingüe de inglés”. En este ejemplo, vemos que este Titular incluye la experiencia diferente que ha tenido su usuario en diferentes continentes. Es un dato muy relevante que debes incluir si puedes, ya que, en este caso, el término “Latam” suele emplearse en buscadores cuando se filtra para encontrar el perfil de personas con experiencia en Latinoamérica y es algo que aporta valor y te puede ayudar a diferenciarte del mismo.
Para los trabajadores autónomos o freelance, también es recomendable que incluyan esta información, ya que determinadas empresas buscan empleados para colaboraciones puntuales o proyectos concretos. Por ejemplo, puedes redactar un titular del tipo “Community Manager Freelance especializada en Moda, bilingüe de inglés” o “Copywriter y Redactor de Textos Autónomo, especializado en Salud y Ciencia”.
- Errores frecuentes: A la hora de redactar tu titular, tienes que tener en cuenta muchos aspectos digamos opcionales, pero hay cosas que no puedes dejar pasar. Revisa el texto varias veces y presta especial atención a la ortografía y a los posibles errores tipográficos. Ni que decir tiene la importancia de no cometer faltas de ortografía y gramática y las puertas que se te pueden cerrar si tienes alguna tanto en tu titular como en cualquier otra parte de tu perfil. Este tipo de errores, junto con los tipográficos, te hacen perder credibilidad y profesionalidad, además de dejar patente que no eres una persona minuciosa en lo que respecta a tu trabajo, con lo que las posibilidades de que cuenten contigo disminuyen drásticamente. Tómate tu tiempo, crear un perfil en LinkedIn requiere una elaboración y no es algo que puedas ni debas hacer en 5 minutos. Revísalo todo varias veces antes de guardarlo. Si tienes dudas, siempre puedes consultar con algún profesional, pedir a alguien que te revise tus textos o buscar en diccionarios o sitios web especializados las posibles preguntas que te surjan.
No redactes un titular demasiado genérico. Ya hemos hablado de esto, pero es importante volverlo a mencionar. El Titular debe reflejar tu puesto actual o al que aspiras. No permitas que por no tener un Titular adecuado no sigan leyendo tu perfil y pierdas la oportunidad de encontrar un trabajo. También ten en cuenta que debe ser un texto coherente y cohesionado con el resto de tu perfil, no tiene mucho sentido describirte como un profesional de un sector en el que no tengas ni formación ni experiencia. Tampoco es buena idea que incluyas en el Titular que estás desempleado o en búsqueda activa de empleo. Es bueno dejar constancia que estás disponible y buscando trabajo en la actualidad, pero el Titular no es el espacio dedicado a ello. Es mejor que escribas simplemente el puesto que quieres conseguir e incluye que estás buscando trabajo en el extracto.
Ten cuidado con el uso de abreviaturas. Algunas están muy extendidas, como MBA, RRHH o PRL y los profesionales que accedan a tu perfil sabrán a qué te refieres, pero no abuses de ellas ni las utilices si no está claro lo que significan para el público en general.
No incluyas tus datos de contacto (número de teléfono, dirección de correo electrónico, sitio web, etc) en el Titular. Te quitarán espacio para incluir palabras clave que realmente te hagan destacar en las búsquedas de perfiles como el tuyo y no aportan nada a quien lo lee, porque no reflejan ni tu formación, ni tu experiencia o habilidades.
Esperamos que este artículo te ayude a redactar el Titular perfecto que te haga destacar en LinkedIn y consigas tus objetivos en esta red social. ¡Buena suerte!
Hola, me gustaría saber cómo emplear una redacción que se adapte a mi perfil de LinkedIn, me han dicho los reclutadores que el perfil no es lo suficientemente concreto y esto dificulta mucho que entre en los primeros filtros de las candidaturas.
Gracias por el artículo